"EL FÚTBOL,LOS HOMBRES Y LAS EMOCIONES DESBORDADAS" ¿Deporte ó Competencia incontrolable?

El fútbol, especialmente en el contexto masculino, puede desencadenar una serie de emociones intensas que muchas veces parecen desbordarse.
Esto se manifiesta tanto en los jugadores como en los aficionados, y en particular en los padres, quienes proyectan sus expectativas y frustraciones en sus hijos cuando están en el campo de juego.

Emociones desbordadas en el Fútbol Masculino

1. Competitividad Extrema: Los hombres, en muchos casos, han sido socializados para ver el deporte como una prueba de valor personal y virilidad, lo que aumenta la presión. Cuando la victoria es el único fin, las emociones, como el enojo o la frustración, se intensifican.

2. Proyección de Expectativas: Los padres suelen ver a sus hijos como extensiones de sí mismos, esperando que logren lo que ellos no pudieron o
revivan sus éxitos. Este fenómeno es frecuente en el fútbol juvenil, donde los padres se frustran cuando los resultados no coinciden con sus expectativas.

3. Agresividad y Violencia Verbal: Un comportamiento común en los partidos es el insulto hacia los árbitros, los jugadores o incluso hacia los hijos.
Este tipo de agresión puede generar tensiones innecesarias y afectar negativamente la autoestima de los niños.

4. Desvalorización de la Diversión: Cuando la única métrica del éxito es ganar, los niños pueden empezar a sentir que el juego ya no es divertido.
El fútbol, en su esencia, debería ser una forma de disfrutar, pero en contextos de alta presión, esto se
pierde.

El fútbol es un espacio donde las emociones pueden ser una herramienta positiva para el desarrollo si se manejan correctamente. Sin embargo, es crucial
que tanto jugadores como aficionados, y especialmente los padres, entiendan que los deportes también deben ser disfrutados, no solo ganados. Tomado de Enfoque de igualdad A.

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